Hoy eh
perdido el ritmo, todos los colores de esta paleta se han mezclado y ahora cada
pincelada es gris: gris realidad, gris aceptación, gris madurez, gris
aburrimiento, gris resignación.
Ahora hay
más tildes que acordes, que sentimientos. No hay errores ortográficos cómo no
hay un cuento dentro de cada lagrima.
Hoy,
ahora, no entiendo cómo eh llegado aquí. No veo la senda entre la maleza del
tic-tac de los relojes, de los metrónomos que andando a su compás sutilmente me
han echo seguir un norte.
Antes
estaba perdido, pero ahora estoy mudo, ciego, manco, cojo.
No... eso
no... Tal vez eh pasado mucho tiempo en silencio, con el volumen demasiado
bajito. Y descuida, ahora no voy a ponerme a gritar, o a hablar chillando.
No me
hará falta.