miércoles, 1 de septiembre de 2010


Aún cala entre los susurros de mis frases...palabras, delirios... gritos ahogados. Es extraña e incomprensible. Hermosa dama que como la mejor de las drogas nos lleva de la mano hasta un mundo diferente, tan diferente que su no realidad resulta frustran te, y todo, para que el vuestro, lleno de mierda e hipócritas sea sostenido por mentiras y corazones helados, todos somos putas, nos vendemos y aún os atrevéis a robarnos en el único lugar donde somos libres, nuestro arte.
Vosotros podéis seguir así, pero jamas seréis como nosotros.
Siempre estaremos por encima, porque amamos. La pena, el dolor, la angustia, la alegría, el placer carnal y el sexo entre miles de palabras no nos asustan, nos embriagan de placer. La palabra lascivo es como una caricia en nuestro paladar al igual que la soberbia o la lujuria.


A pesar de todo, esta dama, esta droga. Esta pena o soledad, es nuestra condena. De quienes arte, no es una palabra ni un mero concepto, de quienes arte es sangre en venas.